04 Nov Estoy enfermo, y ahora ¿quién podrá rescatarme?
El primero de los problemas que se tiene cuando se está enfermo es enfrentarse al hecho de no tener la capacidad de continuar haciendo una vida normal. Enfermedades hay muchas, y se padecen en distintos grados. No todas las enfermedades son invalidantes, de hecho hay algunas que no dificultan el continuar trabajando, pero «todas» merman a quien las padece.
Nadie espera una incapacidad total para decir «estoy enfermo», basta con que la cabeza duela un par de días sin que haya un alivio, que la garganta moleste y cueste tragar o que al pisar o mover el hombro duela. Percibimos que algo no anda bien cuando lo que generalmente hacemos, ya no fluye de manera tan natural.
A veces el cambio es sutil, como por ejemplo «escribía un artículo en 20 minutos y ahora tardo cerca de 1 hora». Fallas en la memoria, un poco menos de concentración y esos ojos que no dejan de lagrimear… ¿no será que me estoy resfriando? ese puede ser un comentario típico.
Más allá de las enfermedades que desaparecen a los días, como ocurre con una gripe suave o el famoso «estado gripal», hay casos en que la dolencia no es fácil de sobrellevar o ignorar, y que no se alivia a los días. En estos casos surge la genial idea de ir al doctor, y quizás también a él se le ocurra la magnífica idea de prescribir reposo. Al cabo de unos minutos de atención, el médico le dice a su paciente ¿trabaja, necesita que le haga una licencia? Y ahí comienza el problema.
Tener que utilizar una licencia médica no es un problema, de hecho, su finalidad es permitirle al trabajador hacer reposo (de forma justificada) para que pueda recuperar la salud… pero ¿piensan las instituciones lo mismo? Parece que no.
Se comienza con una licencia de 7 o 14 días… ¿por qué no 20? Porque existe una circular que dice que el primer reposo, por regla general, tiene que ser de ese tiempo. En ese momento nos percatamos de que «el reposo está reglado», pero ¿por quién? Por alguien que tenía el poder de hacerlo simplemente.
Se cumple la primera licencia, no hay mejoría y ¿qué ocurre? viene una renovación del reposo, y con ello casi siempre el cuestionamiento del mismo. A veces se reduce el reposo y otras veces se rechaza, pero la cuestión es que en ambos casos toca reclamar o apelar a Compin. Esto por si solo en el tiempo se transforma en una enfermedad, pues la afectación de la salud mental de cualquiera si o si se ve atacada por la falta de recursos, la presión de «tener que demostrar que se está enfermo» – estando enfermo, y el apremio de tener que mejorarse rápido para volver a trabajar y tener ingresos.
Hay quienes nunca han conocido un rechazo, otros que tras la primera apelación vieron aceptadas sus solicitudes, pero ¿cuánta gente sufre exactamente lo contrario? Las Isapres y Fonasa dicen que los rechazos son mínimos… pero mientras anuncian sanciones para los médicos que incurran en fraude al emitir licencias falsas, omiten hacer comentarios respecto de los contralores que rechazan en 3 minutos reposos legítimos ¿parece que algo anda mal no?
El que no prueba ¡pierde!
El sistema estaba pensado casi como la consagración misma de los derechos humanos. Todo trabajador que vea afectada su salud por una enfermedad común o relacionada con el trabajo, tendrá la legítima oportunidad y facilidades necesarias para recuperar la salud perdida, salvo que ésta sea irrecuperable y no haya tratamientos pendientes… pero de eso poco, muy poco.
Un día en la vida de una persona con licencias rechazadas es casi como el guión de un drama… a veces no se pasa tan mal, hay alegrías, pero el final es malo. Las personas que están enferma también ríen de vez en cuando, no todo termina con una fatalidad, pero ¿debería terminar así para que se haga algo? A veces pareciera que sí. Casos donde se aprueban licencias médicas después de que la persona ha fallecido existen en Chile, y no son pocos. En esos escenarios las autoridades hacen su puesta en escena alegando «esto tiene que cambiar, vamos a reformar…«, pero nada ocurre.
El sistema está hecho para que el afiliado (trabajador) tenga la obligación de probar que está enfermo. En derecho eso se conoce como «onus probandi», término que viene del latín y significa «carga de la prueba». Se dice que corresponde probar al que alega o invoca algo que rompe el estado de normalidad o lo que se entiende que es naturalmente de una forma.
Si analizamos el caso de un trabajador enfermo ¿qué es lo que debería probar? Lo obvio, que está enfermo y no saludable y apto para el trabajo. ¿Cómo se prueba? Con la licencia médica entregada por el profesional que la ley señala puede emitir tales instrumentos, y con el respectivo informe médico. Si la enfermedad es susceptible de ser corroborada con exámenes, deben adjuntarse igualmente. Pero nuevamente… ¿qué es lo que se prueba?
No se trata de una pregunta sin sentido, sino muy por el contrario, lo que se busca es entender si es el trabajador quien debe probar que eso es así.
Nosotros creemos que al existir una licencia médica, y un informe emitido por el profesional que respalda el reposo prescrito, quien debe probar que la realidad es diferente – esto es que el trabajador no necesita reposo – es el ente fiscalizador ¿y lo hace? ¡No! La verdad es que las Isapres y Compin resuelven como quieren y dicen cualquier cosa, menos lo que en derecho corresponde.
De enfermo a abogado frustrado en un par de rechazos
Leyes, circulares, decretos y más, todo lo que hay que hacer está en estas normas. Generalmente se abrevia en los escritos y se coloca «… y demás normativa vigente», y es que no tiene sentido nombrar todas las leyes que se relacionan con lo que uno pide en derecho cuando reclama algo. Así, las personas que inician los reclamos de sus licencias se ven obligados a aprender a la fuerza de plazos, formularios de apelación, sobre la importancia de probar documentalmente o a través de peritos la condición en que se está, entre otras cosas.
Atrás queda la idea de concentrarse en la recuperación, eso es letra muerta. El trabajador «moderno» tiene que ser capaz de defenderse – incluso – cuando está enfermo. La defensa de los derechos nunca duerme, eso es cierto, pero lo que nadie supuso es que aquellos que menos saben iban a tener que aprender o arriesgarse a ver conculcados sus derechos.
La opción que todos tienen es siempre pedir ayuda y contratar asesoría. Hoy las ofertas de ayuda legal están al alcance de cualquiera. Ya no se pide un terreno en garantía como hace 50 o 60 años, ahora por una base y un porcentaje contra resultado «haremos lo posible por ganar», dicen los asesores. La esperanza es lo último que se pierde, aunque eso sí, el pago inicial no es conversable.
Hay muchos asesores honestos, que de verdad ejercen con pasión aquello que estudiaron y se especializan en estas materias… y también hay gente que busca hacer su negocio. El problema acá es ¿cómo distinguir a uno de otro? es difícil, generalmente toca arriesgarse y preguntar mucho para saber si hay argumentos que parezcan convincentes. Hay que dejar fuera las promesas, lo que sirven son las estrategias y los caminos que logren vislumbrarse con los antecedentes que se tienen y la etapa en que cada afiliado se encuentra.
Queremos hacer un cambio, buscamos marcar una diferencia y hacer que esto sea accesible para todos. Muchos nos han escrito, y las respuestas han tardado, nuestras disculpas por eso. A veces esperar un poco es para mejor, estamos tratando de hacer algo grande, donde todos puedan optar por ayuda y consejo.
Muchas gracias por leernos y comentarnos. Esperamos cambiar las cosas o ayudar a que se hagan cambios profundos en esta materia en Chile.
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Maria Barrera Peña
Posted at 19:59h, 16 noviembreHola. Llevo ya dos licencias rechazadas y ya las apele y me las volvieron a rechazar. Estoy desesperada. Ojalá pudiera orientarme que puedo hacer
admin
Posted at 20:18h, 16 noviembreEstimada, muchas gracias por dejarnos el comentario. Entendemos perfectamente lo que está viviendo y sintiendo ¿sabe por qué? porque lo tuvimos que vivir y sufrir también. Este sitio es el resultado de eso, es una válvula de escape y de información para que ese sufrimiento se transforme en certidumbre y empoderamiento. Por favor, si puede vaya al formulario de contacto y envíenos un mensaje adjuntado su caso para ver cómo podemos ayudarla. Esperamos de corazón que se sienta mejor. No está sola, veremos qué podemos hacer.
Jose omar saavedra moya
Posted at 19:48h, 28 noviembreTengo una duda el medico que da una licencia es un profesional que sabe lo que hace y lo que dice estudio quiero saber el por que fonasa duda tanto de los profesionales que emiten licencia y castigan al enfermo al dudar del profesional que tiene su descuento de salud en forma periódica y el enfermo nunca reclama.
admin
Posted at 09:55h, 06 diciembreHola! El médico siempre tendrá la obligación de respaldar su diagnóstico. El problema es que se ha generado un hábito de rechazar todo, esperar a ver quiénes apelan, qué apelan y luego se autoriza a algunos. Por otra parte, los médicos se han concentrado en su negocio que es atender personas, no necesariamente ayudarlas. Si algo sale mal – te rechazan licencias médicas – entonces ellos se desentienden. No todos son así, pero hay muchos así.
Lidia Lorena Peña Quinteros
Posted at 01:57h, 04 diciembreBuenas tardes hace tengo patología de salud mental. Siendo atendida en un cesfan.. Aun no logro mejorar.. Cada día me siento peor ya que me han rechazado desee septiembre mis licencias y no me siento bien para volver.. Presente certificado médico y aun así rechazan que hago como mejoró si esto me aumenta el stress la anciedad ya que el tema económico está en juego por sobre tu salud.
admin
Posted at 09:56h, 06 diciembreHola! Es muy cierto lo que dice, la sensación de estrés es terrible y no contar con el dinero de su subsidio, empeora todo. Lo que tiene que hacer es detenerse, pensar en lo que está haciendo, revisar y luego tomar acción sobre lo que debería hacer. Si gusta escríbanos y vemos cómo ayudarla en el proceso. Se puede, es cuestión de tener un minuto de calma y ponderar las opciones.
Natalia perez
Posted at 23:07h, 13 diciembreHola teni licencia a esoera de presentar informe medico lo presente y salo rechazada, ahora la apele q hago ayuda
admin
Posted at 14:12h, 15 diciembreHola, buen día y gracias por comentarnos. De lo que entendemos nos dice, presentó informe médico (asumimos le rechazaron la licencia y repuso, apeló o reclamó) y le volvieron a rechazar. Verá, los informes deberían bastar por sí mismos pues explican lo que a usted le pasa, cómo lo están tratando, cómo ha evolucionado, etc. Sin embargo, debe ir acompañado de una presentación, carta o escrito donde explicite lo señalado. En caso de que el informe no cuente con el mínimo necesario para informar sobre su situación – eso se encuentra normado, cobra valor la carta que adjunta.