Enfermarse es un problema para todos. Nadie quiere dejar de hacer sus cosas ni menos tener que luchar por recuperar su salud cuando las cosas van mal. Reposo, líquidos y tratamiento es lo que generalmente se prescribe… y todo eso amparado por una o varias «Licencias Médicas».
La licencia médica sirve de justificación al trabajador cuando su ausencia al trabajo obedece a razones de índole médicas. Esto quiere decir que, si un trabajador se enferma, puede faltar si su salud está de por medio y tiene una licencia que respalde aquello. Hasta aquí todo parece bien, sin embargo en algún momento toca lidiar con la realidad de un sistema que desconoce los reposos prescritos y con ello, impide el que se reciban los subsidios por incapacidad laboral.
Este sitio fue hecho para ayudar a quienes sufren, no solo por estar enfermos, sino por tener que enfrentarse a una maquinaria imposible – estatal y privada – que pareciese se empecina en desconocer la existencia de enfermedades y la necesidad de «recuperar la salud» cuando esta falta.
Sabemos que sufres, que sientes una mezcla de rabia e incertidumbre, por eso creamos este proyecto. La idea es partir dando apoyo, mostrando que hay una salida y que nunca está todo perdido. Luego, entregamos todo el soporte legal que una persona necesita para resolver los rechazos de sus licencias médicas, ya sea frente a Isapres, Compin o Suseso e incluso cuando la situación lo amerita, en los tribunales de justicia.
Nuestro llamado es a la esperanza, a la confianza y a tomar acción sobre aquellas cosas que realmente deben hacerse. Sentirse mal, sufrir y enrabiarse no permite otra cosa más que canalizar lo que se lleva por dentro. La solución está en enfrentar el problema y buscar alternativas. Si estás enfermo no renuncies a tu derecho a recuperarte. Sucumbir a la presión de tener que volver y dejar tratamientos para no perder el trabajo o volver a tener ingresos es un parche, y en muchos casos puede ser peor.
Te invitamos a comunicarte con nosotros, a dejar el miedo atrás y comenzar a enfrentar a quienes acostumbran decir «no» al pago de tus licencias médicas. Otros han podido resolver sus rechazos de licencias, y tú también puedes hacerlo.